viernes, 26 de mayo de 2023

COMO UN TORRENTE (1958), DE VICENTE MINNELLI.

Minnelli rodó Como un torrente en un momento personal amargo, cuando acababa de experimentar su segundo divorcio en pocos años, un sentimiento que se trasluce en una película que no hace demasiadas concesiones con la moral de sus personajes. Dave Hirsh (un magnífico Frank Sinatra), el protagonista, regresa a su pequeño pueblo de la América profunda después de pasar muchos años fuera ganándose la vida en el Ejército. Hirsh es un es un escritor de talento que no ha tenido mucho éxito, pero sobre todo es un hombre amargado de vuelta de todo. Sus principales reservas de rencor están centradas en su hermano mayor, que lo abandonó en un orfanato cuando murieron sus padres. El pueblo en el que transcurre la acción es casi otro personaje, un lugar absolutamente clasista dividido entre la gente bien y el resto. Dave simpatiza enseguida con otro ser de moral parecida, un jugador de cartas que se está autodestruyendo con su adicción al alcohol - un vicio muy extendido en el pueblo - y poco a poco va apreciando, frente a la hipocresía que lo rodea, al único ser que parece apreciarlo de verdad, una prostituta que ha viajado con él desde Chicago y parece haberse enamorado del auténtico Hirsh. Una película muy al margen de la moral tradicional del Hollywood de la época repleta de personajes ambiguos que luchan subterráneamente por sus propios intereses, donde el único ser puro es esa prostituta a la que todos desprecian.

P: 8

1 comentario:

  1. Interesante sinopsis por plantear como punto fuerte una crítica al puritanismo tan en boga ahora con tintes pre Inquisición.

    ResponderEliminar