domingo, 16 de agosto de 2009
LÍNEA MORTAL (1990), DE JOEL SCHUMACHER. VIDA DESPUÉS DE LA VIDA.
Joel Schumacher es un cineasta que oscila entre lo horrendo y lo correcto. Del primer grupo cabe destacar la cuarta película de Batman, "Batman y Robín", comparable a "Superman IV" en el apartado de mayores despropósitos de la historia del cine. En el segundo grupo habría que colocar películas estimables, como "Un día de furia" o "Última llamada".
"Línea mortal" trata el espinoso tema de las experiencias cercanas a la muerte (ECM), con un planteamiento a priori interesante: un grupo de estudiantes de medicina deciden experimentar estas experiencias en sus propias carnes, realizándose paradas cardiorespiratorias controladas. Tan interesante planteamiento deriva al final en un discurso moral sobre los errores del pasado a través de un argumento que tiene mucho de películas de terror para adolescentes.
En cualquier caso la película es entretenida y está bien sostenida por un buen elenco de jóvenes intérpretes. Otra cosa es que sean creibles las relaciones entre ellos: todo bordería y malos modos. ¿Cómo confiar la propia vida a gente que ni siquiera te cae bien? También llama la atención la estética, con reminiscencias de "Blade Runner" y absolutamente influida por los videoclips de los años ochenta. Ciertamente en una escena llega a salir humo hasta de un inodoro.
Lo cierto es que el tema está desaprovechado. Las ECM son una realidad muy controvertida, que actualmente está siendo objeto de rigurosos estudios científicos a través del denominado Proyecto Aware. Para quién no lo sepa, se trata de las experiencias que dicen tener las personas que han estado clínicamente muertas. Los estudios dicen que apróximadamente un veinte por ciento de estas personas afirman haberlas tenido. En casi todas ellas el paciente siente como sale de su cuerpo en pos de una luz y puede verse a sí mismo en la mesa de operaciones, sintiendo a la vez una gran paz y sentimientos placenteros y revisando a la vez la propia vida en unos segundos. Las teorías más racionales hablan de sentimientos inducidos por el propio cerebro moribundo, que en los últimos momentos ayuda a bien morir segregando sustancias parecidas a la morfina. Es como si el cerebro se apagara de la mejor forma posible. Estas experiencias pueden ser inducidas artificialmente con el consumo de ciertas drogas como la ketamina. Hay otro grupo de científicos a los que algunas características de las ECM no les encaja del todo en esta explicación: ¿cómo puede un cerebro muerto seguir generando actividad? Esto se explicaría a través de una actividad cerebral residual, que no pueden recoger los aparatos que se usan hoy por hoy. ¿Por qué en algunos casos el paciente describe perfectamente la operación a la que ha sido sometido y puede repetir las conversaciones de los médicos? Habría que estudiar caso por caso.
Lo cierto es que las personas que viven una ECM suelen cambiar y perder completamente el miedo a la muerte, no dudando de que la experiencia por la que han pasado es completamente real. Mi opinión personal es que se trata de una experiencia generada por el cerebro, tan realista como las alucinaciones que producen el consumo de ciertas drogas, y que tiene mucho que ver con las creencias anteriores del individuo. Creer lo contrario sería defender que la conciencia puede tener vida fuera del cerebro, algo científicamente imposible. En cualquier caso, creo que se debe seguir investigando, pues se trata de un campo apasionante, por el que se puede conocer mejor los procesos mentales del ser humano. Si algún día llegara a demostrarse que estas experiencias tienen base real, que la conciencia sobrevive a la muerte del cuerpo, nos encontrariamos ante el hecho más revolucionario de la historia del hombre. Merece la pena indagar.
Dejo aquí un debate sobre este asunto que encontré en la red:
http://www.periodistadigital.com/foros/viewtopic.php?t=26229&postdays=0&postorder=asc&start=0&sid=43e8154623f31eae32832f3df26bc133
Y aquí un interesante documental de Documentos TV:
http://video.google.com/videoplay?docid=-5871030730528748908
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