sábado, 14 de marzo de 2009
LOS MEJORES CUENTOS, DE FRANCIS SCOTT FITZGERALD. LOS FRÍVOLOS AÑOS VEINTE.
Los cuentos de Scott Fitzgerald reflejan perfectamente el espíritu de los años veinte: jóvenes universitarios de Yale y Harvard, triunfadores económicamente, no así en el terreno de los sentimientos, mujeres complejas que quieren romper con las tradiciones y mucho vacío espiritual que se intenta compensar con bailes, fiestas y conversaciones lo más frívolas posibles. El crack del 29 haría despertar a muchos de este sueño y les envolvería en la pesadilla de la Gran Depresión (algo parecido a lo que estamos padeciendo en este momento), circunstancias que refleja magistralmente el cuento que cierra el volumen "Regreso a Babilonia" donde un hombre regresa al París donde se corrió una juerga tras otra en busca de una hija a la que custodia su cuñada mientras intenta no tropezar con los restos del festejo.
Del resto de los relatos "Bernice a lo garçon", "El palacio de hielo", "El curioso caso de Benjamín Button", "El niño bien", "La última belleza sureña" y "Un viaje al extranjero", yo destacaría el primero, "Bernice a lo garçon", por la banalidad de los motivaciones de los personajes, que necesitan relacionarse con los demás, pero sin que se note mucho esa necesidad, como con autosuficiencia social y por la crueldad y comicidad de su inesperado final, donde se adoptan soluciones radicales a los conflictos planteados.
Caso aparte es "El curioso caso de Benjamín Button", un precioso relato fantástico, muy distinto de los demás, que trata de un ser que vive a contracorriente, que nace siendo viejo y muere siendo un bebé y que incomoda a los demás al ser tan diferente. Una hermosa fábula contada con extrema sencillez en la que se ha basado la película del mismo nombre, que seguramente la habrá desarrollado muchísimo más, o eso intuyo por su elevado metraje. Comentaré algo más en cuanto vea la película.
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