martes, 16 de junio de 2020

EL CISNE NEGRO (2007), DE NASSIM NICHOLAS TALEB. EL IMPACTO DE LO ALTAMENTE IMPROBABLE.

Vivimos en el caos. A veces creemos tener todo bajo control, pero los pequeños eventos inesperados que perturban nuestra existencia (también los hay positivos) hacen que la mejor de las planificaciones se haga añicos a través de eventos que jamás hubiéramos imaginado. Estamos instalados en un pequeño y confortable paraíso y de pronto un despido, una ruptura o una enfermedad nos ponen entre la espada y la pared, mientras nos preguntamos dónde fue nuestra felicidad. No estamos preparados para eso, porque un optimismo mal entendido nos lleva a confundir los términos inesperado e imposible. Muchos dicen que la llegada del coronavirus es un cisne negro, pero para la teoría de Taleb no lo es, porque lo que está sucediendo ante nuestros incrédulos ojos, acostumbrados a un orden de las cosas que creíamos eternamente sólido, es un evento relativamente esperable, aunque todo el mundo creyera que iba a suceder dentro de mucho tiempo. El hombre siempre ha convivido con pandemias y para nosotros no tenía por qué ser distinto. Bastante suerte hemos tenido con el hecho que durante un siglo Europa se ha librado de las mismas, al menos en sus formas más graves.

Taleb es un hombre acostumbrado a lidiar con lo inesperado. De joven asistió como, de la noche a la mañana, un país próspero y occidentalizado como Beirut se sumía en una terrible guerra civil que muchos vivieron en principio como un malentendido que se acabaría en pocos meses. Después profundizó en sus teorías estudiando los mercados financieros, expuestos siempre a las crisis más inesperadas y a las recuperaciones más insólitas. También se ha acercado a los estudios históricos, solo para concluir que "el análisis aplicado y minucioso del pasado no nos dice gran cosa sobre el espíritu de la historia; solo nos crea la ilusión de que la comprendemos". Taleb no es alguien que le tenga mucha devoción al método académico ni al platonismo. Prefiere la curiosidad intelectual que otorga la afición a la lectura, muchas de ellas escogidas al azar:

" Permítame el lector que insista en que para mí la erudición es muy importante. Es signo de una genuina curiosidad intelectual. Es compañera de la actitud abierta y del deseo de valorar las ideas de los demás. Ante todo, el erudito sabe sentirse insatisfecho de sus propios conocimientos, una insatisfacción que a la postre constituye un magnífico escudo contra la platonicidad, las simplificaciones del gestor de cinco minutos, o contra el filisteísmo del estudioso exageradamente especializado. No hay duda de que estudio que no va acompañado de erudición puede llevar al desastre."

Para Taleb, los hombres habitamos un territorio que podría llamarse Extremistán, aunque muchas veces queramos ignorar este hecho. Pocos están preparados para afrontar esos sucesos inesperados que a casi todos sorprenden en un rictus de incredulidad. Eso no quiere decir que no debamos correr riesgos, pero es mejor hacerlo de una manera informada, conociendo las auténticas probabilidades de que nuestros planes salgan mal y contando con algún sano plan de contingencia alternativo. A esto se llega estudiando los límites de nuestra racionalidad, que pueden ser bastante más alarmantes de que lo comúnmente se piensa. El asumir riesgos puede llevarnos al éxito, pero también puede acabar con nosotros. La clave está en ir un poco más allá de los esquemas conocidos y no confirmemos nuestras expectativas con demasiada ligereza, aunque en demasiadas ocasiones sea más fácil la teoría que la práctica. Por ejemplo, es complicado recordar, a quien quiere casarse con toda la ilusión del mundo, la tasa de fracasos matrimoniales de la mayoría de países de occidente.

El autor expone que nos fiamos demasiado de los conocimientos acumulados por científicos y sabios a través de la historia, pero tenemos tendencia a olvidar que es mucho más lo que desconocemos que lo que sabemos. Las personas que poseen grandes bibliotecas saben bien que jamás podrán leer todos los libros que atesoran, pero siempre tienen la esperanza de dar con la lectura justa en el momento adecuado, aunque lo más normal sea que el volumen adecuado se nos escape y que solo podamos realizar una lectura retrospectiva del mismo, cuando ya no podemos evitar el mal, pero si aprender a evitar futuras situaciones similares:

"Se trata de la idea de los resultados asimétricos, que es la idea central de este libro: nunca llegaremos a conocer lo desconocido ya que, por definición, es desconocido. Sin embargo, siempre podemos imaginar como podría afectarme, y sobre este hecho debería basar mis decisiones."

2 comentarios:

  1. Muy interesante, nos fiamos demasiado de los supuestos sabios y expertos.

    Un abrazo y gracias por compartir

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  2. No concuerdo con el pensamiento de Taleb .Precisamente desde que tenía 10 años,caminando las veredas que llevaban a mi Colegio, una mañana en que las nubes se habían caído,una idea traspasó mi mente. Y esa Idea fue la impulsora de todas mis búsquedas.Confieso que no solo hallé lo que buscaba, sino que,hallé lo que jamás imaginé, pero intuía.
    De modo que soy de las personas que van por esta Vida persuadidas de que podemos lograr cuánto nos propongamos.Nuestra Mente humana, unida a la Mente Espiritual no conoce fronteras más que aquellas que su propia Consciencia le susurra.El Bien y su contrario son aspectos de un aprendizaje que nos debemos a nosotros mismos. Ese es el motivo por el cual nos encontramos en este Planeta y en este siglo. La adversidad que nos corresponde es el fruto de hechos que conciernen a la Eterna vida de nuestro Ser, el cual necesita evolucionar y liberarse de todos los aspectos negativos que le han propuesto esta Realidad.Jamás llegaríamos a conocer el valor de nuestro Espíritu, sin haber aprendido a volar por sobre esas etapas de dolor, angustia, y un largo etc.

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