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El hogar de las palabras.
LITERATURA, ESCRITURA, CINE, CLUBES DE LECTURA
lunes, 18 de marzo de 2024
JOYLAND (2022), DE SAIM SADIQ.
MODELO 77 (2022), DE ALBERTO RODRÍGUEZ.
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domingo, 17 de marzo de 2024
20 DÍAS EN MARIÚPOL (2023), DE MSTYSLAV CHERNOV.
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sábado, 16 de marzo de 2024
AS BESTAS (2022), DE RODRIGO SOROGOYEN.
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viernes, 15 de marzo de 2024
LOS DERECHOS EN BROMA (2023), DE PABLO DE LORA. LA MORALIZACIÓN DE LA POLÍTICA EN LAS DEMOCRACIAS LIBERALES.
"En la legislación santimonia, el legislador aprovecha para imponer un cierto relato, como ha destacado el constitucionalista Andrés Betancor. La retórica del relato se traslada de la exposición de motivos —frecuentemente profusa y gratuitamente extensa como sabemos— a un articulado en el que se expresa más que se prescribe; se anuncia más que se ordena; se desea más que se regula. Y todo con el afán, apenas disimulado, de mostrar músculo moral. Cuando este libro termina de escribirse, la Comunidad Autónoma de Aragón ha promulgado una «Ley de Cultura de la Paz en Aragón». En su exposición de motivos (ocupa la mitad de una ley que cuenta con nueve artículos), el legislador aragonés da cuenta de que «antropólogos e historiadores han demostrado que los seres humanos están programados para la cooperación y la ayuda mutua» y que «en Aragón, la cultura de la paz tiene un fuerte arraigo, vinculado con la fuerza del pacto como tradición». El legislador aragonés se remonta a las «asambleas de paz y tregua», del siglo XII, o al Compromiso de Caspe, de 1412. Mejor no remontarse a julio de 1938 cuando empezó a librarse la batalla del Ebro."
Todo esto consigue una especie de infantilización de lo público. Las leyes se convierten en admoniciones de la moral imperante en la que se deja de lado lo práctico y se abusa de lo emocional, llegándose en alguna exposición de motivos a la increíble actitud de afear la legislación del gobierno anterior nombrando sus siglas políticas. Pero lo peor es que, siendo leyes tan loables, usualmente se olvida poner a disposición de la administración los recursos públicos para su cumplimiento o al menos para el desarrollo de las intenciones del legislador. Entonces de lo que se trata es de una especie de maquillaje de la realidad para que parezca que el Estado está preocupándose y abordando los problemas de los ciudadanos, cuando en realidad toda esta retórica se traduce en puro humo. Así pues, lo único que importa en la política española es parecer más virtuoso que el adversario y cercano a unos ciudadanos que se dejan engañar con suma facilidad (solo hay que analizar las promesas de las campañas frente a la realidad de la gestión diaria). Un problema que se agudizado más en los últimos tiempos cuando el gobierno ha dedicado todos sus esfuerzos en sacar adelante una ley de amnistía frente al sentir de la mayoría de la gente.
LIVING (2022), DE OLIVER HERMANUS.
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jueves, 14 de marzo de 2024
HADJI MURAT (1912), DE LEV TOLSTÓI. EL HÉROE DEL CAÚCASO.
En la figura de Hadji Murat se resume la nobleza del guerrero, algo que es reconocido también por los mismos rusos, los enemigos a los que se entrega para poder combatir contra su rival, el imán Shamil, que mantiene como rehenes a los miembros de su familia. El guerrero tiene en estas circunstancias las manos atadas y necesita que los rusos negocien con su enemigo para liberar a su familia y así poder pagar su deuda con sus habilidades legendarias para el combate al servicio del Imperio. La figura del héroe impresiona a sus distintos interlocutores. El gran enemigo se ha convertido de forma inesperada en un aliado y es una circunstancia que los rusos quieren aprovechar con inteligencia, aunque es preciso antes informar a las altas instancias para que decidan sobre el ilustre prisionero.
Destaca en Hadji Murat la riqueza de personajes que imprime Tolstói al desarrollo del relato. Todos tienen una psicología compleja y el autor es capaz de conseguir que el lector establezca una relación de cariño con todos ellos, protagonistas de un conflicto de baja intensidad, repleto de emboscadas y enfrentamientos entre pequeños grupos de hombres. También hay espacio de que aparezca el mismísimo zar, en un capítulo memorable en el que se detallan algunas de sus augustas costumbres.
Al igual que la planta que el autor describe al principio, Murat es un luchador implacable, un hombre amable en las distancias cortas, pero capaz de matar en un instante a cualquiera si las circunstancias lo requieren. Su espíritu es rebelde y está entregado al objetivo de salvar a su familia, por lo que acaba tomando medidas extremas al respecto, lo que desencadena el drama final. Para Harold Bloom Hadji Murat "representa lo sublime en la prosa de ficción y lo considero el mejor relato del mundo, o al menos el mejor que yo he leído."