lunes, 8 de octubre de 2012

BITÁCORA DE POSEIDÓN (2010), DE HERMINIA LUQUE. LAS TRIBULACIONES DE MALDONADO.


La lectura de una novela acerca de la que sabes que en unos días vas a celebrar un encuentro con su autor o autora es una experiencia curiosa. Mientras uno se adentra en sus páginas es inevitable ir elaborando mentalmente una serie de cuestiones para plantearlas en la jornada del club de lectura. Luego, cuando llega el momento, todo es improvisado, pues es imposible que en encuentro de estas características, tan cercano, nos dejemos llevar por un guión. Lo primero que quisiera destacar es la cercanía y la humildad de la autora, Herminia Luque, que supo encajar con deportividad, e incluso con bromas, la división de opiniones que encontró respecto a su novela.

Resulta curioso que el mayor inconveniente que manifestaron algunos compañeros es lo poco agradable que resulta el protagonista, algo que para mí es el mayor atractivo de una narración que me provoca cierta adicción lectora. Maldonado es uno de esos seres que procuran que su existencia transcurra de la forma más anónima posible: no se relaciona con los demás más que lo estrictamente necesario para cumplir con las exigencias de su trabajo como profesor de instituto. Y es un tipo oscuro este Maldonado: no puede evitar sentir deseo por sus jóvenes alumnas (aunque sería incapaz de decirles nada al respecto) y las clasifica en un diario secreto. Respecto a su vida privada, su felicidad consiste en la ausencia de complicaciones: soledad, ahorro y mínimas relaciones sociales. Por eso, el año que se narra en la novela va a ser muy especial para él: tiene sus primeras relaciones con el sexo opuesto, precisamente con una compañera docente, lo cual le va a llevar a complicaciones vitales no previstas. Así pues, la existencia escondida y sórdida de Maldonado va a tener que dar un vuelco debido a nuevos acontecimientos que él no puede controlar.

Cierto que la novela no ahorra pasajes desagradables, personajes absolutamente demenciales (el hermano del protagonista) y situaciones repulsivas, pero ahí radica precisamente la valentía de una autora que simplemente ha querido ofrecernos un discurso pesimista acerca de la existencia, mostrarnos como los seres humanos nos mostramos como simples máscaras para ocultar nuestra verdadera esencia. Herminia Luque ha escrito ni más ni menos la novela que necesitaba o deseaba escribir. Ella misma nos manifestó que su intención no es llegar al gran público, ni siquiera agradar, sino simplemente saciar su necesidad de narrar sin traicionarse a sí misma. Sólo por eso, cabe felicitarla.

2 comentarios:

  1. Miguel, esta novela es de las que me daba coraje al leerla, no me gustaba nada, ni el personaje, ni las situaciones, ni la manera de narrarla, pero sobre gustos hay colores, claro.

    abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo contigo Loli. Pero... es cierto que la escritora fue un ejemplo de humildad a pesar de la "caña" que le dimos, como ella misma comentó. En resumen, aprecié mucho más a la autora que a su obra.

      Eliminar