miércoles, 21 de marzo de 2012

INTOCABLE (2011), DE OLIVIER NAKACHE. EL PRÍNCIPE DE PARÍS.


Cada pocos meses surge una película europea (muchas veces francesa) que se anuncia como un gran éxito en su país de origen y se presenta como alternativa al cine comercial norteamericano. Muchas veces estas realizaciones son auténticos hallazgos y uno se alegra de que obtenga el buen resultado en taquilla que se merecen. En otras ocasiones, el estreno parece más una operación de marketing que otra cosa, pues su visionado resulta decepcionante.

Este es el caso, al menos a mi parecer, de "Intocable". Tras una buena primera escena inicial, adornada por la magnífica música de Ludovico Einaudi, la película deriva hacia los territorios de lo ya muchas veces visto. La trama se sostiene en la interpretación de Omar Sy, demasiado estereotipada: es el típico representante de su raza, que envidia a los ricos porque en el fondo quisiera ser como ellos y que lleva el ritmo y la gracia en la sangre. Junto a él está el veterano François Cluzet, en un papel ciertamente complicado, pues sólo puede usar de las expresiones faciales para describir los estados de ánimo de su personaje.

La moraleja de la historia es bien simple: mientras estamos vivos, aunque sea en una silla de ruedas, la vida merece la pena de ser vivida. Y para eso está Omar Sy, para darle emoción y humor. Hay que correr con el coche huyendo de la policía y tirarse en paracaídas, siempre con una sonrisa en los labios. A mí personalmente la película me aburrió, pues la trama siempre repetía el mismo esquema: el personaje de François Cluzet deprimido y su cuidador inventando cualquier nueva forma de diversión que el dinero pueda pagar. La propaganda dice que "Intocable" es una mezcla entre "Paseando a Miss Daisy" y "El discurso del rey". A mí más bien me lo parece de "Mar adentro" y "El príncipe de Bel Air".

2 comentarios:

  1. Miguel, tengo ganas de ver esta película. Tal como cuentas parece que todo es un cuento chino, el cuidador intentando animar por todos los medios a su usuario, que se deja llevar y encima tiene dinero a espuertas para poder hacer locuras.
    La realidad es bien distinta.

    Abrazos

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  2. Bueno, yo no te voy a recomendar que no vayas a verla. Quizá a ti te encante, como a Elda y a las demás que fueron a verla el jueves. Cada uno tiene sus gustos...

    Abrazos.

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