jueves, 3 de noviembre de 2011

CONTAGIO (2011), DE STEVEN SODERBERGH. ESTADO DE MIEDO.


Los virus son uno de esos elementos que Dios ha puesto en la naturaleza para deleite del hombre. También sirven para asustar a la población, haciéndole olvidar otros problemas más tangibles y como argumento de películas catastróficas, como ésta recién estrenada.

A mí a priori me parecía una propuesta distinta y estimulante. Steven Soderbergh es el director de una de las películas más valientes que se han rodado en el seno de los grandes estudios acerca de un problema universal: la penalización del consumo de drogas. Tratando el asunto de un pánico a nivel mundial provocado por un virus, a todos nos viene a la cabeza lo que sucedió con la gripe A hace un par de años. Los gobiernos compraron millones de dosis de vacuna, las farmaceúticas volvieron a engordar sus resultados y nada hubo. Eso no quiere decir que algún día no pueda suceder que tengamos que enfrentarnos a una enfermedad auténticamente devastadora.

"Contagio" sigue la historia de varios personajes, algunos interpretados por auténticas estrellas de la pantalla, y sus reacciones ante un virus que amenaza con diezmar la población mundial. Podemos dividir a sus protagonistas en dos grupos: los que tienen responsabilidades médicas y políticas y los que no las tienen. Interesante es el tratamiento del personaje de Jude Law, un bloguero que denuncia la situación como un nuevo intento de las farmaceúticas de hacerse de oro, contrapuesto a la responsabilidad de los Estados y las Organizaciones Internacionales, presentados en esta película como únicos garantes de la salvación en una situación de crisis.

La propuesta de Soderbergh es buena y algunas de sus imágenes son realmente perturbadoras, pero la película peca de dos cosas: de falta de originalidad (es un guión mil veces visto, aunque sacar un plano del cerebro de
Gwyneth Paltrow es impagable) y la excesiva dispersión de sus personajes, lo cual ofrece al espectador una visión general de los acontecimientos, pero sin profundidad alguna. Creo que hubiera sido bueno realizar un filme más sociológico, centrado en las reacciones de la gente ante una enfermedad apocalíptica y dejar de lado la tantas veces vista carrera por encontrar una cura. Además, el doblaje, algo que cada vez soporto menos, en esta ocasión es horrible.

2 comentarios:

  1. Cualquier duda que se pueda tener acerca de una posible pandemia mortal se deshace cuando se lee acerca de la gripe de 1918. Nadie garantiza que no pueda volver a pasar, la gripe todavía no está controlada, como bien se sabe.

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  2. Mucha razón tienes en lo de la gripe española. Nadie esperaba que sucediera eso y sucedió. Esperemos que al virus no se le ocurra volver al escenario.

    Saludos.

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