domingo, 13 de marzo de 2011

UVAS DE OTOÑO (2011), DE JUAN SEDEÑO PÉREZ. MUJER EN GUERRA.


Durante muchos meses he asistido al taller de escritura creativa dirigido por Juan. Ha sido un espacio de libertad, creatividad y buen humor. Los participantes esperamos con ilusión la segunda edición, donde está previsto que editemos un libro con nuestros mejores relatos. Lo cierto es que en ningún momento Juan quiso enseñarnos ningún escrito suyo, aunque sabiamos que ya había publicado algo. Al fín, hace algunas semanas, nos anunció sorpresivamente que nos invitaba a la presentación de su nueva novela. En cuanto he tenido un hueco, con suma curiosidad, he emprendido su lectura.

"Uvas de otoño" cuenta, en primera persona, la historia de Victoria, una sencilla mujer de la Toscana italiana muy vinculada a la propiedad familiar, unos amplios viñedos que le terminarán correspondiendo por herencia. En los albores de la Segunda Guerra Mundial, en una visita a Roma conoce a Jean Paul, un diplomático francés que se terminará convirtiendo en su esposo. Pero Jean Paul no es exactamente quien dice ser. Sus actividades en la sombra, en contra del gobierno de Mussolini comprometen a su esposa hasta el punto de que debe enviarla a China, bajo la protección de un matrimonio amigo. El viaje no es plato de gusto de Victoria, una mujer que no entiende de política y no acierta a comprender las razones por las que las naciones se enemistan y entran en conflicto. La mejor definición de Victoria la encontramos casi al final de la novela:

"Como mujer me parece admirable, un orgullo. En el libro de la vida, (...) era una de esas lectoras que siempre miraba hacia delante , pasando página tras página rápidamente y, al parecer, no le gustaba mirar hacia atrás para releer capítulos antiguos. Para ella, lo importante no eran cuán fuertes eran los golpes que te daba la vida, sino la capacidad de encajarlos y ponerte de nuevo en pie."

Y son muchas las vicisitudes a las que ha de enfrentarse Victoria a lo largo de la novela: viajes interminables, amores impetuosos y humillaciones que la llevan al límite de la locura. Lo más conseguido de la novela es el logro personal de Juan al penetrar en la psicología de una mujer y en los avatares más íntimos de su existencia. Su descripción de un aborto que sufre al principio es dura y sin concesiones:

"Una fuerte punzada en el vientre me hizo encorvarme de dolor. No se trataba de los habituales vómitos matutinos, a los que ya me había acostumbrado con resignación; aquello era bien distinto. Al dolor precedió un calor intenso que procedía de mi vagina, que al principio se humedeció para después notarla empapada por completo. Me palpé y al retirar la mano, tenía los dedos manchados con un fluido de color rojo negruzco. Un débil hilo de sangre fluía por mi entrepierna hasta alcanzar los tobillos."

Lo cierto es que para la protagonista las desgracias se suceden una tras otra. A veces por su propia inconsciencia y cabezonería, por no ser plenamente consciente de la terrible situación de guerra y destrucción que se vive a su alrededor. En este sentido, como aficionado a la Segunda Guerra Mundial, me hubiera gustado que se profundizara un poco más en el conflicto y en el papel de Jean Paul en el mismo, pero el lector solo llega a conocer de estos asuntos las pocas informaciones que le llegan a Victoria, que pasa buena parte del conflicto en un lugar remoto y anhelando su hogar.

Una novela meritoria, muy intimista y cuya principal virtud es la de mantener en todo momento el interés del lector por un personaje luchador, que comete errores y se deja llevar por impulsos a veces irracionales, pero que, precisamente por ello, resulta profundamente humano.

4 comentarios:

  1. Una novela que retrata muy bien, como nos educaron en la ley del silencio,a Victoria la mantienen en todo momento al margen en su vida familiar,todo lo deduce ella, hasta donde su información le permite saber.
    Me gusta tu forma de contar la sinopsis de la novela, lo mismo que haces con las películas.
    Nos vemos . Un besote.

    ResponderEliminar
  2. Amigo Miguel:
    Favor enorme que me haces con tus bondadosos comentarios. Me llama la atención que, un lector tan versado en autores no necesariamente conocidos para el gran público, tome en consideración mi novela sin prejuicios, no tanto porque uno pueda aspirar a acercarse a ellos en esto de la escritura (la ignorancia es atrevida, pero no tanto), sino especialmente por el género de la obra. Así que me veo obligado en justicia a darte las gracias por hacer una lectura amable de la novela, y te debo unas cañas (entiéndase de cerveza) por el gesto.
    Nuevamente, gracias a ti, como a todos/as aquellos/as que han tenido similar gesto en sus blogs o en sus comentarios por correo o en persona (y las dejo aquí consignadas, porque de seguro son lectores/as de tu blog). Me ponéis en el brete de afrontar la segunda parte del Taller como un gentil corderillo...
    Un abrazo para el creador de la "gozosa anarquía" y la no menos célebre: "Los tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, decidieron dilucidar por qué eran Uno y Trino".

    ResponderEliminar
  3. "...y la discusión duró una eternidad." Muchas gracias a tí Juan, por tu trabajo desinteresado y por los buenos ratos pasados en el taller. Abrazos para tí y para Rosa.

    ResponderEliminar
  4. Estimado Juan:

    Felicidades por su libro ante todo. Me gustaría hacerle una pregunta que me asalta ¿Se basado en algún personaje real? Mi prima se llama Victoria Frapolli y también tuvo una vida azarosa, su padre fue un político malagueño bastante importante y diputado a cortes.
    Me gustaría muchísimo si pudiera darme luz a esa cuestión.

    Un saludo afectuoso

    ResponderEliminar