martes, 5 de enero de 2010

EL CRIMINAL (1960), DE JOSEPH LOSEY. EL MICROCOSMOS CARCELARIO.


Joseph Losey fue ante todo un cineasta comprometido con sus ideas. A los veinte años vivió la gran depresión del 29, lo que le hizo adoptar un ideario comunista orientado a la justicia social, lo que le haría ser víctima de la caza de brujas en los años cincuenta y realizar una carrera ciertamente cosmopolita.

En "El criminal" se nota el interés de Losey por las organizaciones sociales. La cárcel es un microcosmos donde existen clases dominantes basadas en la ley del más fuerte y en el prestigio de la carrera criminal de cada cual. La prisión es para Losey una metáfora de la sociedad capitalista, donde los que saben adaptarse mejor al medio aplastan a los demás. Para el director la vida entera transcurre en una gran cárcel, de ahí que las actitudes del Sr. Bannion sean las mismas en la celda que en su lujoso apartamento.

La película, aún perteneciendo al género negro, tiene poco interés en mostrarnos acciones criminales (del atraco poco vemos y sabemos) y bastante en estudiar las relaciones entre los miembros de esta casta: en su código de honor cabe todo menos la delación. Quién es reo de delación en la sociedad criminal es prácticamente un muerto en vida.

Una obra imperfecta de Losey, interesante por lo que acabo de exponer, pero en la que los personajes no son más que estereotipos, como si la película fuera un muy bien rodado experimento acerca del comportamiento humano.

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