miércoles, 16 de diciembre de 2009

PEQUEÑO HOMENAJE A AMINATOU HAIDAR.


La activista saharaui cumple un mes de huelga de hambre, se debilita día a día, pero no ceja en su empeño de llamar la atención, como mejor sabe, sin hacer daño a nadie, solo a sí misma, acerca de la situación de su tierra, una antigua colonia española que se encuentra desde hace años suspendida en una nada de la que el desierto es su mejor metáfora.

El pueblo saharaui, que soporta resoluciones de la ONU que se suspenden de inmediato en el limbo, una ocupación de facto por parte de Marruecos que les obliga a ser parias en su propia tierra o exiliados en campamentos en las más terribles condiciones y el olvido de la comunidad internacional, nunca ha recurrido al terrorismo para defender su causa. Con una paciencia admirable espera una solución que no llega nunca, y solo actitudes desesperadas como la de Haidar llaman la atención acerca de una situación insostenible. Con toda lucidez, a pesar de la gravedad de su situación, ayer dijo estas palabras, confiando en que el Frente Polisario no recurra a la violencia:
"la guerra no arregla ni los intereses del pueblo saharaui ni los del pueblo marroquí, que es también víctima".

Y realmente tiene razón. Cualquiera que llegue a Marruecos podrá advertir enseguida la incesante presencia de retratos del rey Mohamed VI vigilando a sus súbditos cuán Gran Hermano orwelliano. Si entras en un restaurante, será una foto del rey tomando una copa, si en un concesionario de coches, el rey conduciendo un automóvil de gran cilindrada... su retrato saluda al viajero de manera siniestra a la entrada y salida de las ciudades, mientras uno puede ver como el pueblo pasa por todo tipo de miserias en cuanto se atreve a penetrar en las zonas no turísticas.

Nuestro humilde homenaje desde aquí a Aminatou Haidar, que ha comprendido que no basta con el sufrimiento de una multitud de seres humanos durante años para que la comunidad internacional se movilice, sino que es necesaria una lenta autoinmolación pública retransmitida en directo por los medios de comunicación para que el problema pase a formar parte de las principales noticias del telediario, es decir, a existir. Ella sí que merecería el premio Nobel de la Paz.


6 comentarios:

  1. Miguel hoy no tengo palabras para decirte lo que me ha impresionado este artículo.

    Gracias.

    L;)

    ResponderEliminar
  2. Marruecos culpable... España responsable, ese es nuestro eslogan.

    ResponderEliminar
  3. Muchísimas gracias a tí, Loli, yo tampoco tengo palabras para agradecerte los ánimos que me das.

    Para Paco: he estado echándole un vistazo a tu blog. Son impresionantes las fotos de Berlín. Es lo más parecido a caminar por esa ciudad. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Hace unos años escribí una obra de Teatro que se llama "JUEGO DE VISITAS" .Es algo desopilante, pero Mohamed VI encaja dentro de ella a la perfección.Lo mas chocante es que tanto España como Francia deben aliarse para resolver el caso de Haidar con este monarca de Marruecos totalmente fuera de los mas elementales derechos humanos.

    ResponderEliminar
  5. No quiero incomodar demasiado, pero es un error lo que Miguel dice de que el pueblo saharahui nunca ha recurrido al terrorismo para defender su causa. En realidad, el frente Polisario ha recurrido a todos los métodos habituales en su entorno para sacar adelante su causa, y entre ellos también el terrorismo, mientras pudo.

    Sin ir más lejos, en 1978, siete pescadores españoles fueron asesinados en aguas del Sahara por unos asaltantes de este signo (era el buque "Cruz del Mar") y no fue el único caso. Todo bastante parecido a los piratas somalíes de ahora. Estas acciones dejaron de ejecutarse a mediados de los 80, a medida que el ejército marroquí iba completando su muro defensivo-ofensivo, que privó al Polisario de comunicación con el Atlántico.

    En política, métodos violentos o no-violentos se usan de acuerdo con la conveniencia y posibilidades. De hecho, la invasión del Sahara occidental por los marroquíes tuvo comienzo con una acción no-violenta de factura similar a muchas de Gandhi o Luther King, como fue la "Marcha verde" de 1975.

    La señora Haidar, por su parte, ha conseguido de forma no-violenta llamar la atención sobre su causa con gran riesgo de su vida. Y hay acuerdos de la ONU, que Marruecos no respeta, acerca del futuro político del Sahara.

    Aunque lejos de mí defender a Marruecos y a su gobierno (yo no iría a ese país ni aunque me pagaran por ello), tampoco es exacto hablar de Marruecos como una dictadura de lo peor. En lo que es el mundo árabe, Marruecos tiene un nivel relativamente alto en cuanto a democracia y derechos humanos.

    ResponderEliminar
  6. Para Beatriz: sería muy interesante leer tu obra de teatro ¿hay manera de conseguirla? Besos.

    Para Fran: Tienes razón en que he exagerado poniendo que los saharauis nunca han recurrido al terrorismo. Sí que lo hicieron hace muchos años ya, pero en la actualidad ni siquiera se lo plantean. Respecto al nivel de dictadura en Marruecos, podriamos discutir mucho, pero a mí me pareció bastante más fuerte de lo que se suele decir, y hay que ir allí para verlo y para apreciar las brutales desigualdades sociales del país y la corrupción general de policía y funcionarios.

    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar