miércoles, 14 de octubre de 2009

MALDITOS BASTARDOS (2009), DE QUENTIN TARANTINO. HISTORIA ALTERNATIVA.


A pesar de ser un friki declarado del tema de la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que cuando se estrenó esta película hará un mes, no tuve demasiado interés en verla. Pero al final he caído pues, queramos o no, el mercado nos impone unos determinadas producciones que hay que ver (de la otra película con estas características, "Ágora", de Amenábar, hablaré en la siguiente entrada).

¿Qué puedo decir de "Malditos bastardos"? Lo primero es que no hay que tomársela demasiado en serio. Lo segundo es que resulta enormemente entretenida y sus dos horas y media de metraje transcurren en un santiamén, lo cual no quiere decir que sea una gran película, sino un producto de consumo rápido para el espectador, al que se mantiene pegado a la butaca a base de suspense y sorpresas, pero al que seguramente una segunda visión de la cinta se le hará poco digerible.

La visión de la Segunda Guerra Mundial de Tarantino no está basada, como la de Spielberg, en el hiperrealismo, sino en la caricatura , bebiendo de las fuentes del cine bélico de serie B, que tanto idolatra el director. La parodia de un Hitler histérico y mentecato ya la hemos visto muchas veces, en esta ocasión con acompañamiento de un buen número de altos jerarcas, a los que se señala con su nombre a su llegada al cine donde se va a proyectar la película propagandística. Resulta un tanto insólito observar la pericia y ardor guerrero que demuestra el comando aliado formado por judíos frente a unos soldados nazis absolutamente incompetentes. A veces cuesta imaginar cómo es que esos soldados que se dejan capturar masivamente por un pequeño grupo de guerrilleros conquistaron Europa en un par de años, pero son cosas de la visión de Tarantino, al que sobre todo le interesa mostrar sangre y vísceras. Provocar la carcajada del espectador, más que horrorizarlo. La excepción a esta incompentencia es el magnífico personaje de Hans Landa, un oficial de las SS, maquiavélico y retorcido, el único capaz de poner en dificultades a los "buenos" de la película.

Quizá lo más interesante de esta propuesta sea el discurso acerca de la importancia del arte cinematográfico que posee. Bien es sabido que los mejores cineastas alemanes y austriacos (excepción hecha de Leni Riefensthal) hubieron de huir del régimen nacionalsocialista. Para Hitler el cine, además de diversión, debía ser una forma de educar al pueblo y proporcionarle moral acerca de la marcha de la guerra. Por ello constituye un acontecimiento tan importante el estreno de una película que habla sobre la superioridad del soldado alemán y que acabará siendo (involutariamente) un homenaje en directo al mejor cine expresionista, con Fritz Lang a la cabeza. El cine homenajeado dentro del cine, Tarantino influenciado sin rubor por toda clase de obras cinematográficas de mejor o peor calidad, pero consiguiendo el milagro de constituir un mundo (alternativo) propio, con sus propias reglas y su propia coherencia interna. El espectador solo tiene que renunciar a ciertas normas racionales y participar de él mediante su disfrute personal, pues esto, y no otra cosa, es lo que le está pidiendo la película.

2 comentarios:

  1. Me encanta esta película, pero discrepo en que no hay que tomarsela enserio, o no se a que te refieres.
    Yo creo que hay mucho sobre lo que pensar y tomar enerio después de ver esta película. Y que su finalidad no es únicamente el entretenimiento ni mucho menos el filme es de un consumo rápido.
    Si te refieres a tomartela como una película histórica está claro que esta película no tiene esa intención, pero esto no quiere decir que no tenga mucho en lo que prestar atención y que no se aprecia mirando la película una vez y mediante un "consumo rápido".
    Saludo.

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  2. Estimado WTC, muchas gracias por tu comentario. He estado ojeando tu blog de Tarantino. Me ha parecido muy interesante, eres un auténtico conocedor de su cine, por lo que estimo tu opinión como muy valiosa. Efectivamente, lo que pretendo decir cuando digo que no hay que tomársela muy en serio me refiero a que para mucha gente que no posee muchos conocimientos de lo que fue realmente la Segunda Guerra Mundial, un filme como este puede darle una visión distorsionada. No considero la película exactamente como de "consumo rápido", porque tiene muchos valores, pero sí que es cierto que me daría mucha pereza volverla a ver, al menos a corto plazo, ya que la primera visión ya ha agotado mi capacidad de sorpresa, lo cual no quiere decir que sea un mal film ni mucho menos, pues la primera misión de una película debe ser distraer al espectador y mantenerlo pegado a la butaca y esta lo cumple de sobra. Creo que falla más en otro aspecto que considero importante: hacer reflexionar al espectador una vez que ha terminado. Personalmente considero que Tarantino alcanzó su cima con Reservoir dogs. Kill Bill se le acerca mucho, pero no llega a ese nivel. Claro que son opiniones personales y yo siempre he disfrutado de todas las películas de Tarantino (aunque Jackie Brown me resultó un poco pesada).

    Un cordial saludo y felicidades por tu blog.

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