lunes, 16 de marzo de 2009

EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON (2008), DE DAVID FINCHER. A PASO DE CANGREJO.


Acudí a ver esta película altamente estimulado; por un lado por el hecho de que acababa de leer el cuento de Scott Fitzgerald del mismo nombre y por otro porque había leído críticas muy positivas, que llegaban a tildarla de obra maestra, aunque también había opiniones contrarias.

Para mí "El curioso caso de Benjamín Button" es una película interesante, bien filmada, pero que se ve lastrada por varios factores. En primer lugar, el metraje es excesivo, sobre todo en su primera parte, la que menos interés tiene para mí, cuando el joven-anciano Button despierta a la vida e intenta adaptarse a sus peculiares circunstancias, sus años de formación, digamos. La historia de amor tampoco está llevada a un ritmo adecuado. El espectador no comprende bien la atracción entre estos dos seres que luchan contra el tiempo (como todos, solo que ellos en direcciones contrarias) y, una vez que están juntos, por qué él se marcha de esa manera tan radical, sin intentar afrontar su situación junto al ser amado. En el cuento el padre no abandona a Benjamin, sino que intenta criarlo mentalizándose de que es un niño normal lo que tiene. En la película padre e hijo se reconcilian a los veinte años del nacimiento de Benjamin, pero esta relación está muy difuminada. Otro desacierto, a mi entender, es no haber mantenido la identificación de las edades de mente y cuerpo que sí que se daban en el cuento, provocando situaciones muy divertidas, como cuando el padre da soldaditos de juguetes a su niño-anciano y Benjamin se escabuye siempre que puede a fumarse algún puro... En la película la mente de Benjamín madura, mientras su cuerpo rejuvenece.

En realidad el film de David Fincher busca incidir en la vena romántica del relato y, de paso, recrearse en imágenes preciosistas como habría hecho otro David, autor de unas cuantas obras maestras, David Lean. El intento es fallido, desde mi punto de vista, sobre todo porque como espectador no me identifico con la tragedia de los personajes, aunque sí que se me hace reflexionar sobre el paso del tiempo y sobre la fugacidad de los instantes perfectos. Solamente al final hay algunas secuencias estremecedoras, con ese niño que sufre de demencia senil y esa anciana que hace lo que puede por cuidarlo. O esa imagen de los amantes caminando a espaldas de la cámara en los últimos años de sus respectivas vidas. La película no carece de elementos atractivos, pero hay que armarse de paciencia para verlos.

2 comentarios:

  1. la versión del cine es excesivamente larga.

    pero el emule tiene la versión americana de descarga directa, con los recortes necesarios y subtítulos.

    para que luego digan que la piratería es perjudicial para la industria del cine... cuando realmente hace asequible algo infumable en su metraje original.

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  2. Bueno, habrá que probar a ver la versión corta que mencionas, pero dentro de un tiempo, cuando no tenga tan reciente su visión.

    Muchas gracias, barojiano Zalacaín.

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