martes, 30 de diciembre de 2008

TIERRA Y LIBERTAD, DE KEN LOACH. UNA VERDAD INCÓMODA.



Todavía no se ha realizado la gran película sobre nuestra guerra civil. Quizá nuestro cine ha abundado más en la posguerra y la represión que en el propio conflicto (la reciente "Los girasoles ciegos" es un buen ejemplo de esto) con una hiperabundancia de realizaciones acerca de niños que descubren el mundo en los años cuarenta (y aquí es imprescindible siempre una escena en la que el niño espía a sus mayores mientras practican el sexo).

"Tierra y libertad" es un intento muy loable de aproximación a este polémico periodo de nuestra historia, que sigue desatando pasiones entre nosotros como si se hubiera producido ayer mismo y cuyas heridas parece que nunca vayan a cicatrizar. Quizá en el futuro, pero no por reconciliación de los descendientes de ambos bandos, sino por desconocimiento y desinterés de las nuevas generaciones. La película de Ken Loach, inspirada en "Homenaje a Cataluña", de George Orwell cuenta un episodio poco conocido y que resultó sangrante para el bando republicano: la lucha fraticida entre el POUM y los anarquistas por un lado y el Partido Comunista controlado por Stalin, por el otro.

Lo verdaderamente interesante es observar al bando republicano desde dentro, en concreto desde los ojos de un idealista voluntario británico que se integra en un POUM que tiene que arreglárselas apenas sin armas ni asistencia del gobierno republicano. El entusiasmo por crear una sociedad nueva lo compensa todo, tarea que realizan casi con la ingenuidad de niños, quizá la única manera de cambiar las cosas (la escena de la asamblea en el pueblo, una de las mejores de la película es muy reveladora de todo esto). Pero las autoridades republicanas, dominadas por los comunistas, ven esto como una irresponsabilidad. Tienen como prioridad ganar la guerra y profesionalizar el ejército, con lo que el choque entre las dos concepciones es inevitable, materializándose en una guerra civil dentro de la guerra civil, muy bien reflejada en la escena barcelonesa en la que los dos bandos se disparan desde edificios situados enfrente y un ama de casa que pasa por allí con la compra, trata de mediar entre ellos para que disparen contra el verdadero enemigo, con un sentido común apabullante que no dará ningún resultado.

Y es que la derrota republicana tuvo algo de suicidio, de choque entre distintos enfoques de lo que debía ser la victoria: el retorno de la legalidad republicana, una sociedad comunista tutelada por Moscú, una sociedad comunista independiente de Moscú, una sociedad libertaria... Y frente a tanta desunión, el otro bando se unificó en torno a la figura de Franco sin apenas fisuras.

Ken Loach logra una película muy entretenida y que nos hace reflexionar, aunque retrate al POUM como santos en la tierra y a los comunistas como traidores, sin profundizar un poco más en las razones de unos y otros. La historia es la que es. En sus cunetas quedaron los interesantes experimentos sociales que vislumbramos en la película y sobre los que mucho se ha escrito ya.

6 comentarios:

  1. Esta película muestra, como bien has dicho, un episodio bastante desconocido de las posibles causas de la victoria franquista. Yo antes de ver la película no conocía estas desavenencias ideológicas que tanta importancia tendrían después en los futuros acontecimientos. Aunque como también has apuntado, el film obsequia a los miembros del POUM con un halo de divinidad ante la postura, que también debería ser analizada, de los comunistas. No debemos olvidar que en la guerra, cualquier guerra , nunca hay vencedores. Las victimas de ambos bandos lo confirman.

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  2. Para complementar la información que da la película te recomiendo que leas "Homenaje a Cataluña", de Orwell. En las guerras no suelen ganar nunca los soldados ni la población civil, que son los que las sufren, sino los que están arriba, que no se ensucian con el polvo de las batallas.

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  3. Yo conocí a un anarquista que me contó cosas de aquella rivalidad entre los anarquistas y los comunistas en Barcelona.
    No sé si las vivió en primera persona pero asi las contaba.
    Una de ellas fue que Durruti humilló a La Pasionaria cuando esta queria huir y tenia que pasar por la zona controlada por el anarquista.
    Segun contaba este hombre (esto era en los 70) Durruti acusó a La Pasionaria de ser la instigadora de la Guerra y que ahora huía dejando solo al pueblo y que le dijo que él trataba a todo el mundo igual pero que ella se tenia que poner de rodillas si queria que la dejara pasar cosa que ella tuvo que hacer.
    Ya digo que no sé si esto fue asi pero asi me lo contó aquel hombre a mi.
    Trabajaba de cocinero en un hotel de Marbella y habia estado exiliado muchos años.
    Un saludo
    Gabriel (Gabenar@aol.com

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  4. Muy interesante la historia que cuentas, Gabriel.

    Un cordial saludo también para tí.

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  5. En la película en la que se basó la obra, un cura dispara desde un campanario. Creo que es una pobre justificación del genocidio de curas y monjas no beligerantes durante el conflicto. Lamento también leer la tan cacareada "legalidad" de la República (Hitler también llegó al poder por las urnas...), sin embargo el intento de matar a la cúpula de la oposición (del que sólo llegaron a asesinar al diputado José Calvo Sotelo, el primero de los muertos abandonado en una tapia de cementerio (no olvidemos la otra Memoria Histórica) desmiente esa legalidad, incluso la diputada Dolores Ibarruri (consultadas las izquierdas sobre la conveniencia del asesinato político y la guerra civil de la que pensaban salir triunfadores)había anunciado en el Parlamento que aquel diputado era la última vez que intervenía en el mismo, al día siguiente...¿Casualidad, ejemplo de "democracia"? Lamentablemente no nos merecíamos aquella República como tampoco una Dictadura. Pero si Alemania ha sabido pasar página del conflicto entre sus propios ciudadanos nosotros en cambio no. Algunos por conveniencia siguen con la historia de "buenos y malos" y argumentan que el capitalismo es herencia del Franquismo (y la derecha francesa, peor que la nuestra, y que ha sido una República durante generaciones, ¿es también Franquista?) Desgraciadamente lo que hay es mucha ignorancia y gente manipulable.

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  6. Rectifico: la obra en la que se basó la película, lapsus linguae.

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